Al cierre de este mes, en el cual celebramos a la Virgen María, bajo la advocación del Carmen. Les compartimos esta reflexión.
“Acuérdome que cuando murió mi madre quedé yo de edad de doce años, poco menos. Como yo comencé a entender lo que había perdido, afligida fuime a una imagen de nuestra Señora y supliquéla fuese mi madre, con muchas lágrimas.”
Santa Teresa de Jesús (V 1, 7)
Reflexión
Teresa de Jesús vivió una intensa relación filial con la Virgen María. Desde muy pequeña la acogió como madre suya. Y María continuó siempre presente en la vida de Teresa quien experimentó en muchas ocasiones su amor y su protección. De una manera especial Teresa sintió el amparo y la protección de María en la obra fundacional del Carmelo Descalzo.
De la misma manera en que ella fue madre para Teresa, así también María nos invita a que nosotros la recibamos como madre. Una madre que nos protege, nos ayuda, intercede por nosotros y nos conduce a su Hijo Jesucristo. Abrámosle el corazón a nuestra Madre del Cielo para ir muy seguros hacia Jesús en nuestro caminar cristiano.
Preparado por: Fray Hansel Fajardo OCD
