
Contemplando en silencio la inmensidad del infinito,
sintiendo que mi alma se llena de una presencia
que llega a mi encuentro a través de mis sentidos
y el latir de mi corazón,
sabiendo que el amado de mi alma
fue coronado de espinas
y clavado en una Cruz.
Nidya de Jesús Crucificado.
Carmelita Descalza Seglar.
Comments